La idea de salir de viaje no es sólo aprovechar cada oportunidad que se tiene para andar de un lado para el otro conociendo nuevos lugares, sino también tomarse algunos minutos para descansar y poder apreciar detenidamente la belleza de cada espacio que se recorre. En Durango, hay un sitio ideal que combina lo mejor de la naturaleza y el relax, en pleno centro histórico: el Paseo de Las Alamedas.
Aquí podrás sentarte a descansar abrazado por unos grandes árboles mientras también contemplas el ritmo de la ciudad. Sin dudas, se trata de uno de los puntos de encuentro del destino que tiene mucho por ofrecer. Su historia ya tiene varios siglos ya que, según cuentan las versiones urbanas, era costumbre plantar árboles para darle un espacio verde a los poblados. Fue así que en el año 1784, el Teniente Coronel Juan de Velázquez, que era el Gobernador de Durango, dio la orden de que se plantaran ejemplares de álamos en la orilla de la Sequía Grande. Sin dudas, estos árboles crecieron a la par de los hechos históricos que se suscitaron durante esos años y hoy gratamente se puede disfrutar de su compañía.
Es por eso que podrás conocer un poco de su trayectoria y desarrollo si te decides a dar algunos pasos y a merodear por las esculturas que están repartidas por el Paseo de Las Alamedas. Una de ellas corresponde a Benito Juárez, una figura que no pasa desapercibida en México y que seguramente escuchaste nombrar como “el Benemérito de las Américas”. El monumento fue levantado con motivo del centenario de su nacimiento y es uno de los más antiguos del lugar, además de llevarse muchos elogios por ser de cuerpo completo y haberse realizado en bronce sobre un pedestal de cantera labrada.
También el paseo está acompañado por Venustiano Carranza, quien posee un busto propio en su honor, el cual está allí desde el año 1944. Luego también se puede apreciar otro monumento consagrado al general Ignacio Zaragoza, muy representativo ya que está en su caballo y acompañado de sus tropas.
Pero además de este paseo por figuras y episodios históricos, el lugar permite realizar actividades al aire libre como por ejemplo patinar, andar en bicicleta o disfrutar de una caminata a un ritmo suave. Por supuesto, que como todo rincón mexicano, no falta aquí la oportunidad para tentarse con algún antojito. Cualquiera sea el que elijas, es una buena compañía para disfrutar de este espacio.
Durante este viaje a Durango, nada mejor que el Paseo de Las Alamedas para visitar los atractivos históricos al mismo tiempo que te retiras a descansar un momento y vuelves a pasar por tu mente todas aquellas imágenes que acabas de ver. Aprovecha, ¡relájate bajo la sombra de sus árboles y disfruta de un momento único!
No te pierdas de ninguno de los hermosos lugares que podrás visitar en este destino excepcional. Para ello lo mejor es que empieces por poner una fecha y organices esta esperada salida de una buena vez. Aprovecha las ofertas en hoteles y boletos aéreos ¡y no dejes de disfrutar de los mejores atractivos de este destino!
Imagen de Flickr, por Mr. Pikachu.
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